Viñeta publicada en ABC el 17 de junio de 2010

Y es que a nuestro ínclito Presidente del Gobierno se le han echado todos encima. Aún se queda corto D. Antonio en la relación que pone en boca del Sr. Rodríguez ZP: ¿qué decir del Fondo Monetario Internacional, del Banco Central Europeo, de la canciller alemana Ángela Merkel, de sus “queridos” amigos Berlusconi y Sarkozy, del Finantial Times, del Frankfurter Allgemaine Zeitung, y un largo etcétera de personas, instituciones y medios de comunicación? ¿Se preguntará nuestro Presidente -ingenuamente tal vez- “qué habré hecho yo para merecer esto”?

Si ése fuera el caso, Mingote le da una respuesta con esta viñeta: lo que ha hecho ha sido “mariposear”, revolotear sobre los temas, estar en las nubes, no pisar tierra, sobrevolar sobre los asuntos sin aterrizar sobre ellos… y si aterriza, hacerlo al estilo de aquella disparatada película titulada Aterriza como puedas; a todo eso se ha dedicado el Sr. Presidente del Gobierno. Las consecuencias están ahí: nuestra nación recoge ahora los frutos del gobierno de una persona que se siente elegida por el destino –al menos esa es la imagen que da- para regir la vida de los pobres mortales que habitan la vieja Hispania (en la que tampoco cree). El Consejo de Ministros aprobaba ayer nuevas medidas dirigidas a superar la gravísima recesión económica que padecemos; esta vez ha sido la reforma del mercado laboral; hace pocos días, la bajada de sueldo de los funcionarios, la congelación de las pensiones y de las ayudas a la dependencia, la paralización de obras públicas, etc.

Mingote le sugiere al Sr. Rodríguez ZP que ponga un “toque” (ápice) de esperanza en el “toque” (llamada) a la Conferencia Episcopal Española. Pero ¿acaso ha quedado ésta al margen de la agresividad de los gobiernos de don José Luis Rodríguez ZP? Cuando no ha sido la retirada de los crucifijos, ha sido la modificación de las ordenanzas militares para no rendir pleitesía a las más queridas representaciones religiosas, o la política social contraria a los principios religiosos: aborto, divorcio, eutanasia, deformación afectivo-sexual, etc. Y por si faltara poco, la anunciada Ley de Libertad Religiosa, que mucho me temo que por su contenido será más una ley anticatólica que una ley de libertad. Aún así, me atrevo a afirmar que el Sr. Rodríguez ZP encontrará en la Conferencia Episcopal Española la comprensión, la amistad y el perdón que no encontraría en ninguna otra instancia política, sindical o económica; ahí estriba la diferencia. Pero que no vaya poniendo condiciones: si es una instancia religiosa, el “toque” será por lo menos de campana.

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