Con hondo pesar escribo esta glosa. Nada más escuchar las noticias de la mañana he conocido que el Tribunal Constitucional había decidido autorizar a la coalición proetarra Bildu a presentarse a las elecciones municipales el próximo día 22. Al final se ha impuesto lo que todo el mundo se temía y es que los miembros del Tribunal que fueron propuestos por el PSOE, salvo uno, han votado a favor, mientras que los propuestos por el PP han votado en contra. Una vez más, el Constitucional contradice al Supremo. Sórdido, indigno, triste,... son algunos de los calificativos que aparecen en la prensa para referirse a este día. Es mal día porque ETA y sus partidarios volverán a estar en los ayuntamientos de la comunidad autónoma vasca controlando todo lo que ocurre en sus municipios. Es un mal día porque volveremos a sufrir el insulto de corporaciones municipales respaldando acciones criminales y rindiendo homenajes a sus autores. Es un mal día porque el miedo volverá a ser la tónica dominante en muchos municipios. Es un mal día porque envalentona a los criminales como el de la viñeta y desmoraliza a los sufridos guardias civiles y policías. Es un mal día por la indignidad de lo que dice ser un tribunal -ni siquiera me sale escribirlo con mayúsculas-, pero resulta ser una… payasada. Es un mal día porque el proyecto de demolición de España, cuya cabeza visible es el Presidente de Gobierno más visionario de nuestra historia, sigue adelante. Ciertamente, es un mal día.
Y dentro de nada, SORTU. Y al año que viene, Otegi lehendakari. Y poquito después, BYE BYE SPAIN! (Todos recordamos al gran Pep Rubianes, así que no hará falta que lo cite hablando de "la puta espanya", ¿verdad?) Jejeje!
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