Hace escasamente tres días el Partido Popular celebró su primer congreso del PP del Exterior, en el que tuvo una destacada y sonada intervención el ex Presidente del Gobierno, José María Aznar. Digo lo de sonada por que las declaraciones que hizo el Sr. Aznar sobre la situación autonómica no han dejado a nadie indiferente. Vino a decir en pocas palabras que esta situación es insostenible y que hay que replantearse la organización del estado de las autonomías. Según leo en algunos medios de comunicación, afirmó que “no podemos tener diecisiete instituciones que hacen lo mismo. Esto no podemos sostenerlo. Nuestro estado tal y como está configurado no es viable y, financieramente hablando, también es absolutamente inviable”. No le falta razón al ex Presidente. Los diecisiete gobiernos, parlamentos, defensores del pueblo, consejeros de esto, de lo otro y de aquello de más allá, los innumerables coches, móviles y sedes oficiales suponen un gasto verdaderamente insostenible, particularmente en un momento de crisis como el que vivimos. Sin embargo, ningún político se atreve a hablar del tema; la coincidencia entre el Partido Socialista y el Partido Popular es prácticamente total en esta cuestión. El problema para el Sr. Rajoy es que, con estas declaraciones, el Sr. Aznar rompe la estrategia de aquél de “no hacer ni decir nada que pueda ser utilizado en su contra”, como reza el adagio legal. Desde esa óptica, el ex Presidente ha proporcionado artillería de grueso calibre al gobierno del Sr. Rodríguez ZP, que bien necesitado está de ella. Pero no viene nada mal recordar al Sr. Rajoy que el poder no sólo hay que ganarlo por la demostrada incompetencia del Gobierno, sino por la valiosa oferta de la oposición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario