Viñeta publicada en ABC el 15 de junio de 2010

Me han llamado la atención los calificativos que asigna Mingote a los diferentes “colectivos” que entran en escena: progres, cuando se refiere a los españoles que se decantan por el mundo musulmán; medievales cuando se refiere a estos últimos y contemporáneos para el caso de los judíos. Partiendo de la premisa de que es sabido que la exageración es una de las técnicas humorísticas utilizadas para denunciar un hecho o situación, hay que entender, por tanto, que ni todos los musulmanes viven aún en la Edad Media -es decir, no todos son medievales-, ni todos los judíos viven en el mundo contemporáneo, como cualquier visitante a esta agitada tierra puede comprobar. Dicho lo cual, también hay que reconocer que, en un análisis global, la diferencia entre las sociedades musulmanas y la judía es abismal: el predominio en el mundo musulmán de usos, costumbres y tradiciones ancestrales derivadas de la religión es considerablemente superior al que pueda haber en la sociedad israelí, de ahí que esta última haya conseguido un despegue en todos los órdenes que no tiene parangón en todo el oriente próximo y medio. ¿Hasta qué punto ha tenido influencia la ayuda económica que el estado de Israel ha recibido del exterior? Es ésta una cuestión que ni podemos solventar en cuatro líneas ni tenemos cifras que lo clarifiquen; baste apuntar que también los países musulmanes han tenido su oportunidad con las estratosféricas cantidades de dólares que han ingresado por sus ventas de petróleo; ¿han sabido sacarle el rendimiento adecuado? (Dejamos la pregunta en el aire)

¿Es cierto que los “progres” españoles están más a favor de los musulmanes que de los judíos? Si nos atenemos a lo visto en algunas manifestaciones propalestinas y antiisraelitas celebradas el último año, tenemos que concluir que sí. Actores que a sí mismo se consideran progresistas como Juan Diego, Ana Belén, Verónica Forqué o Pilar Bardem han hecho acto de presencia en alguna de ellas; incluso el que fuera director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, se ha dejado ver también. Ni qué decir tiene de Cayo Lara, coordinador general de IU, y del diputado de IU, Gaspar Llamazares.

Personalmente creo que es la izquierda más o menos extrema la que, disfrazada con el ropaje de progresía, está más a favor de los musulmanes que de los judíos. Ellos sabrán si les conviene esa amistad.

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