ABC publica esta viñeta de Mingote cuando están presentes todavía en nuestra retina las imágenes del tsunami acaecido en la costa oriental del Japón tras el enorme terremoto provocado por el deslizamiento de las placas tectónicas próximas a sus costas. Los abundantes dispositivos de grabación que tenían a su alcance, singularmente los teléfonos móviles, han permitido que millones de ciudadanos hicieran su personal película de las desatadas fuerzas de la naturaleza. En el momento de escribir estas líneas hay tres centrales nucleares dañadas, una de ellas de consideración, y los teletipos anuncian que Alemania y Suiza paralizan momentáneamente sus proyectos de prolongar la vida de las centrales nucleares y de construir nuevas plantas. Los daños materiales son incontables y las víctimas humanas superan el millar, aunque hay varios miles de desaparecidos, entre los que se incluyen los diez mil habitantes de una de las poblaciones arrasadas. Por encima de la tragedia se yergue sin embargo la solidaridad humana. Es lo que ha captado la atención de Mingote, como en su día lo hizo la actuación de la Guardia Civil en la comunidad autónoma vasca durante las inundaciones del verano del 83. Sólo que aquí y entonces recibieron un agradecimiento muy diferente.
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