Viñeta publicada en ABC, 8 de febrero de 2010.


D. Antonio Mingote vuelve a retomar en esta viñeta el actual problema de la autoridad de los profesores en el aula y aprovecha para ironizar sobre la controvertida ley de la Memoria Histórica, a la vez que “apuntilla” el tema de la educación. La nostálgica imagen de la “otoñal” pareja –acentuada por los colores de las prendas de vestir y de unos árboles que apenas pueden cobijar a unos ateridos pájaros-, recalcan que nos encontramos con la reflexión de unas personas que han conocido otro sistema educativo y están “de vuelta” de determinados y nefastas experiencias pedagógicas que han hundido la educación hasta extremos insospechados. La actual Presidenta de la comunidad autónoma de Madrid, Doña Esperanza Aguirre, decía poco tiempo atrás que, ante la situación a la que se había llegado como consecuencia de los demoledores principios pedagógicos de la LOGSE primero y de la LOE después, iba a proponer a la Asamblea el reconocimiento del profesor como autoridad pública, para que las agresiones cometidas contra su persona fueran calificadas como delitos contra la autoridad y no como simples faltas. Ignoro si ha podido llevar a cabo su proyecto; no ignoro, sin embargo, el amplio rechazo –no exento de insultos personales- que provocó esta intención de la Sra. Aguirre en amplias instancias del gobierno y de los sindicatos que le apoyan y más específicamente sus federaciones de enseñanza. Pero en esto, como en tantas otras cosas, es suficiente que el de un lado diga una cosa para que el del lado opuesto se oponga; ¡qué más da que tenga razón o no! (“Sencillamente, no es de los nuestros”, piensan algunos). No es exagerado hacer “memoria histórica” de sistemas educativos anteriores, en los que la figura del profesor era respetada. Recuperar algo de aquella cordura no vendría mal a esta sociedad desnortada.

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