Viñeta publicada en ABC el 10 de julio de 2010

Las viñetas de Mingote de estos días son un fiel reflejo del tema estrella en los medios de comunicación: el campeonato mundial de fútbol y la clasificación para jugar la final de la selección española, por primera vez en su historia. Si queremos ser rigurosos, hay que matizar que el estrellato lo comparte con los coletazos que está levantando la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña o la entrada en vigor el pasado lunes de la ley que liberaliza el aborto; pero como la sociedad española está necesitada de ilusión y ésta solamente se la da la selección de fútbol, pues acaba sobreponiéndose a los otros asuntos estrella.

Un Vicente del Bosque algo más calvo que lo que aparenta en las fotografías que reproducen los medios se dirige a un Presidente del Gobierno que parece escuchar con suma atención. La reflexión que le hace el entrenador de nuestra selección nacional no es nada disparatada, como no podría ser de otro modo proviniendo de una persona que se ha caracterizado por su equilibrio, discreción, serenidad, sencillez y prudencia. Y el mensaje es muy nítido y clarificador para quien goce de buenas entendederas: si se quiere asegurar el éxito de un proyecto de la naturaleza que sea –deportivo, empresarial, científico o político, por poner algunos ejemplos- la persona seleccionada para capitanear ese proyecto debe tener la suficiente capacidad y competencia como para ser capaz de seleccionar a los mejores en esa materia. El éxito del coordinador, jefe, seleccionador o director será precisamente ése: haber encontrado al mejor de cada especialidad y haberlo sabido poner en su sitio. ¿Es buen “seleccionador” el Sr. Rodríguez ZP? Si nos tenemos que guiar por los resultados de hoy, de ayer o de las semanas pasadas, todo parece indicar que no, pues su equipo ha encajado demasiados goles por toda la escuadra en los últimos tiempos. ¿Lo fue alguna vez? Es una discusión que sigue abierta, pero con demasiadas voces que defienden el no; argumentos no les faltan, entre ellos el hecho cierto de que en el congreso del Partido Socialista en que el Sr. Rodríguez ZP fue seleccionado como Secretario General y candidato a la Presidencia del Gobierno, muchos de los congresistas pensaron que ésta no era acertada, pues no puede interpretarse de otra forma la escasísima mayoría con la que consiguió su designación. Tal vez le haya faltado decir al Sr. Del Bosque que, cuando un seleccionador fracasa, lo más caballeroso es dimitir (otros, en cambio, prefieren que los echen)

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