De las viñetas publicadas la última semana, he seleccionado ésta por su especial interés a escasos días de una huelga general y por unas cifras de paro desbordadas. La escena se desarrolla ante una de las numerosísimas oficinas del paro que hay en España, oficinas que eufemísticamente se han dado en llamar de Empleo. No es difícil imaginar el por qué de este nombre: o se confunde el deseo con la realidad –deseo de trabajar frente a la realidad del paro-, o forma parte de las campañas de imagen gubernamentales para enmascarar el problema: la cruda realidad se cubre con un manto optimista y constructivo.
La originalidad que presenta esta cola de parados es la contar con un personaje singular: los seguidores de don Antonio Mingote ya habrán conocido de lejos que el protagonista de la viñeta no es tanto el parado de camisa a rayas y gorra calada sino el que le sigue en la cola, el de barbilla minúscula, ojos claros y cejas circunflejas, dicho con todos los respetos: don José Luis Rodríguez Zapatero.
Por suerte para el protagonista, nunca tendrá que guardar cola ante una oficina del paro. Cuando deje el cargo de Presidente del Gobierno, una sustanciosa pensión y una generosa lista de privilegios por su condición de “ex” le salvarán de semejante trance. De tal forma que tal vez se podría hablar más de futuro imaginario que de futuro previsible, pues lo previsible es lo que acabamos de explicar en las líneas que anteceden. Sin embargo, lo que realmente me ha llamado la atención de esta viñeta, y en tal sentido me parece muy acertada, es la pregunta que le hace el obrero fabril “…pero ¿qué sabes hacer?”; y lo pregunta después de afirmar que ha reconocido al Sr. Presidente del Gobierno. Probablemente el Sr. Rodríguez Zapatero le respondería con uno de esos discursos tan llenos de palabras como vacíos de contenido, con una retórica que dejaría embobada a la mismísima señora Leire Pajín o con unos argumentos tan enrevesados que podrían entenderse como afirmación y negación, todo a la vez, y según el prisma con el que se quiera mirar. Porque lo cierto es que el Sr. Rodríguez Zapatero no sabe hacer otra cosa que vivir de la política, que esa ha sido al fin y al cabo su trayectoria desde que acabó sus estudios universitarios. ¿Quiero esto decir que no sabe hacer nada? Que cada cual saque sus propias conclusiones.
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