Viñeta publicada en ABC el 8 de junio de 2010.

En la línea de las mejores películas en que los animales toman la palabra habría que encuadrar la reflexión que Mingote pone en ¿la mente? del toro. ¿Y por qué en un toro?, nos preguntamos algunos. ¿Tal vez por su reciente actualidad en la feria de San Isidro de Madrid?, ¿tal vez como homenaje personal de Mingote a una fiesta tan perseguida por algunos en su tierra natal, Cataluña, en la que si no ocurre algún imprevisto, será prohibida próximamente? Sea lo que fuere, el hecho es que la reflexión nos acerca a uno de los temas de más candente actualidad: la reforma laboral. ¿Cuánto tiempo hace que se viene hablando de la necesidad y urgencia de la reforma laboral? Es difícil determinarlo. Durante la presidencia de José María Aznar ya se habló de reformar el mercado de trabajo; incluso hubo un ministro –Juan Carlos Aparicio, actual alcalde de Burgos- que quiso hacer una reforma laboral[1] y le costó el cargo. A lo largo de estos seis años de gobiernos del Sr. Rodríguez ZP no se ha dejado de hablar del tema. Dejemos de lado que la reforma laboral sea la panacea para todos nuestros males económicos, algo que es discutible. Lo cierto es que el Presidente del Gobierno ha dicho que hasta aquí hemos llegado (por fin) y que, ya que no es posible el acuerdo entre las fuerzas sociales, decidirá por decreto los términos de esa reforma. ¿Qué le ha hecho cambiar su reiterada promesa de que no habría tal reforma sin el acuerdo entre las partes? ¿Su convicción de que los gobiernos están para gobernar, aún a riesgo de ser impopulares, o la presión de los organismos internacionales y de su reciente amigo el Presidente de los Estados Unidos? Según ha anunciado el Sr. Rodríguez ZP, el próximo día 16 habrá reforma con acuerdo o sin él. Los sindicatos ya han amenazado con la huelga general si se les margina en la reforma. Con más de cuatro millones de parados y una brutal recesión económica, algún castizo les diría a uno y otros aquello de que “a buenas horas mangas verdes”.

(¡Mal momento ha escogido el morlaco para proponer conversaciones!)

[1] Ante la falta de acuerdo con los sindicatos, el gobierno del Partido Popular aprobó en mayo de 2002 una reforma laboral por el procedimiento del Decreto-ley, norma que años después sería declarada inconstitucional. Los sindicatos promovieron una huelga general ese mes de Junio y el Sr. Aparicio era destituido días más tarde. Le sustituyó Eduardo Zaplana.

1 comentario:

  1. No se yo si Mingote quiere hacerle un homenaje al toreo o es al contrario. Numerosas viñetas de Mingote, sobre todo en el Pais Semanal hacen ver el derecho de los animales y su visión, creo yo, antitaurina...

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